Estrategia de aplicación de derretimiento de hielo
El control del hielo en los estacionamientos requiere cierta inversión de capital. Si bien se necesita un camión, no necesariamente es necesario que esté equipado con un arado. De hecho, existen algunos argumentos convincentes de que tener un camión quitanieves y sal no es un uso eficaz de los recursos. La incursión inicial en servicios de deshielo comienza con la adquisición de un esparcidor eléctrico montado en la puerta trasera con capacidad para 700 a 900 libras. de material descongelante. Estas unidades no son muy caras y permiten al pequeño operador entrar en el negocio del deshielo con una inversión de capital mínima, normalmente menos de 2.000 dólares.
La desventaja de este método de deshielo en estacionamientos y entradas de vehículos es que el material de deshielo debe cargarse manualmente en la tolva, lo que requiere que alguien trabaje afuera en los elementos varias veces durante un típico arado nocturno. Generalmente, el material se carga en el camión en paquetes de 50 u 80 libras. bolsas, abiertas manualmente y luego vertidas en la tolva. Si bien son ineficientes desde el punto de vista laboral, los márgenes siguen siendo mucho más altos que los del arado.
El siguiente paso para desarrollar su servicio de deshielo es comprar y montar un esparcidor de caja en V deslizable. Estos esparcidores son unidades accionadas hidráulica o eléctricamente que contienen de 1,5 a 7 toneladas de material. Algunos fabricantes fabrican unidades que encajan bien en una camioneta de tres cuartos de tonelada, pero se debe tener cuidado de no sobrecargar la tolva. El peso adicional puede causar problemas con la suspensión del camión, provocando daños en el tren de aterrizaje y los ejes del vehículo. Una vez montado el esparcidor en el camión, ya sea en el portón trasero o como caja en V, se llena de sal y se enciende el mecanismo, esparciendo la sal mientras el camión avanza sobre el pavimento.
La mayoría de los esparcidores están equipados con mecanismos que permiten al operador controlar la cantidad de sal que se aplica. Una vez que el operador determina qué tan ancho es el camino de la sal, puede determinar cuántas pasadas se requieren para cubrir todo el lote con sal o producto descongelante. A medida que su empresa sigue creciendo, el uso de esparcidores montados en el brazo trasero de una retroexcavadora también puede reducir los costos de mano de obra, ya que un solo operador con un empujador en la parte delantera de una retroexcavadora puede limpiar y descongelar el lote simultáneamente.
antihielo
El deshielo es el medio más común para eliminar el hielo de las instalaciones o residencia de un cliente. El deshielo es la aplicación de un material para derretir el hielo después de que se haya formado hielo en el pavimento, la acera u otra área de tránsito. Sin embargo, puede aplicar sal o un producto descongelante alternativo antes del evento de nieve o hielo. Esta técnica se llama anticongelante y ha ganado popularidad, especialmente entre los contratistas que utilizan materiales descongelantes líquidos. La sal, asentada sobre la superficie pavimentada, es inerte a menos que se introduzca humedad y entre en contacto con la sal de roca granular.Lo bueno es que puedes lograr este resultado utilizando sólo un tercio de la cantidad de producto necesaria para el deshielo tradicional. Si no continúa nevando después de completar las operaciones de arado, a menudo no es necesario volver a aplicar sal a la superficie limpia. Si se requiere una aplicación adicional de sal, se pueden lograr los resultados deseados con considerablemente menos material del que habría necesitado si no hubiera sido proactivo. A fin de cuentas, el contratista astuto puede utilizar la mitad de la cantidad normal de sal si cuenta con un programa de pre-salado. La mayoría de los contratistas que trabajan en el presal también aplican una ligera aplicación de sal una vez finalizado el arado.
¿Cuánto es suficiente?
Establecer un programa de presalado puede conservar el uso de sal a largo plazo. Cuando se discute el uso de sal gema (cloruro de sodio) y su distribución en la superficie del pavimento, siempre hay discusiones sobre cuánto producto se debe aplicar a la superficie del pavimento para lograr los resultados deseados. Don Walker de la Universidad de Wisconsin, una de las principales autoridades en deshielo del país, afirmó que 200 libras. de sal de roca aplicada uniformemente en 1 acre de superficie es adecuada para reducir una acumulación de hielo de ligera a media a una forma líquida.
200-250 libras. de sal de roca por acre es todo lo que se necesita para reducir una acumulación ligera
Varios estudios del DOT indican que en una situación de formación de hielo ligero, se pueden pesar entre 200 y 250 libras. de sal de roca por acre es todo lo que se necesita para reducir una ligera acumulación de hielo a agua a aproximadamente 28 grados F. En estas condiciones, el proceso de fusión tardará entre 45 y 60 minutos en completarse. Una gran acumulación de hielo puede requerir hasta 350 libras. de sal de roca por acre. Esto puede parecer absurdamente bajo, pero estos bajos niveles de aplicación son alcanzables.
De hecho, estudios recientes indican tan solo 75 libras. de sal de roca solucionará una ligera formación de hielo en 1 acre de pavimento. Desafortunadamente para los contratistas, los esparcidores deslizables con caja en V solo se pueden calibrar hasta aproximadamente 300 libras. distribución por acre. Hay esparcidores en el mercado que pueden pesar hasta 75 libras. por acre, pero el costo de estas unidades supera con creces los 50.000 dólares. Normalmente, esto está fuera del rango de precios de un contratista de arado comercial. Los contratistas a menudo cobran por aplicaciones de media tonelada y una tonelada completa de sal gema por acre de superficie de estacionamiento. La mayoría de las veces, los contratistas aplican más sal de la necesaria. Esto tiene algunas consecuencias negativas, incluida la reducción de beneficios, la posibilidad de cobrar de más a los clientes y causar más daño al medio ambiente del necesario. La próxima vez que vea un estacionamiento blanco el día después de una tormenta de nieve, es probable que el contratista haya aplicado demasiada sal al estacionamiento.
Nota del editor: lo siguiente fue un extracto de la segunda edición más vendida de John Allin, "Managing Snow & Ice".
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